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El impacto de las Fake news en nuestras vidas

  • Foto del escritor: Ana Peña Serrano
    Ana Peña Serrano
  • 13 jun 2019
  • 4 Min. de lectura

Cada día se nos presentan cientos de noticias de acontecimientos que ocurren alrededor del mundo por distintas redes sociales como Facebook, Twitter y Whatsapp; en este último, la mayoría de personas han creado grupos entre familiares como una nueva forma de mantenerse conectados y comunicados.


Aunque, desde hace algún tiempo estos grupos han pasado de ser espacios para desear buenos días o compartir oraciones a estar llenos de noticias que se definen como urgentes.

Noticias acerca de cómo curarse de cáncer solo comiendo fruta con el estómago vacío o la razón de que la vitalidad de una persona de 91 años se deba al consumo de chocolate diario por su alto nivel de magnesio.


Cuando uno lee estas noticias las reconoce inmediatamente como falsas e incluso parecen divertidas, pero entonces ¿por qué se difundió esa noticia?


En la actualidad, han surgido algunas teorías que intentan explicar porque se difunde esta información completamente falsa. Afirmando que esto se debe a que por tratarse de un grupo familiar la mayoría de miembros son personas adultas de aproximadamente 50 o 60 años en adelante, quienes tienen poca alfabetización digital si se les compara con los jóvenes quienes nacieron y crecieron con el internet (Solís, 2019).


Pues, según estudios 1 de cada 10 mayores fomentan las fake news, en redes sociales y solo un 3% de jóvenes entre 18 y 29 años comparten noticias falsas (Solís, 2019). Esto demuestra que los jóvenes también son quienes comparten fake news lo que hace que este se considere un problema que incluye a todos.

Muchas veces revisando mis redes sociales me he encontrado fascinada o impresionada por titulares llamativos que casi me obligan a abrir la noticia y enterarme sobre lo que está pasando sin siquiera prestar atención a la fuente o la página que la difundió. La noticia es tan importante que ni siquiera me surge la duda de si es o no real.


Se debe contar con alguna especie de detector de mentiras para no caer ni siquiera una vez en una noticia falsa. Yo muchas veces me he encontrado emocionada y dispuesta a compartir información o supuestos comunicados oficiales que aseguran declarado un nuevo feriado, esto seguramente se debe a que mi mente desea escuchar estas noticias que me encuentro dispuesta a creer y compartir la información con el único fin de hacerlo real.


Y eso es lo que son las fake news “intentos deliberados, exitoso o no, de ocultar, generar o manipular de algún modo información factual y/o emocional, con el fin de crear o mantener en otras personas una creencia que el propio comunicador considera falsa” (Blázquez, 2018, pág. 2).


Pero, el principal problema no son las noticias falsas en sí, el problema se origina en el otro extremo del proceso de comunicación, en nosotros los lectores; los receptores de la información.

Varios autores afirman que no existen las noticias falsas, lo que hay son usuarios indiferentes o cómplices a quienes no les importa si la noticia que están leyendo es verídica, lo que les interesa y lo que en verdad buscan en la información que les llega por redes sociales son noticias que corroboren sus puntos de vista y confirmen que su pensamiento es el acertado (Cervera, 2018).


Que las noticias sean verdaderas o falsas es secundario para ellos lo que necesitan y buscan en redes sociales son noticias que confirmen su visión del mundo (Cervera, 2018).


Esto puede desembocar en un problema grave pues, da paso a que miles de personas compartan en sus redes sociales cualquier tipo de noticias causando desinformación y un problema grave en la sociedad. En la red se encuentran medias verdades, cotilleos, hechos sin contrastar; la red se llena de información que lo único que busca es captar la atención del lector y conseguir una lluvia de likes y compartidos (Casajuana, 2016).


A pesar de los avances en la tecnología, esta no logra distinguir entre información verídica o no, entre chismes y hechos contrastados ni siquiera logra identificar los contenidos racistas o sexistas (Casajuana, 2016) y como juzgar a las máquinas si nosotros mismos muchas veces no podemos distinguir entre este tipo de información.


Pero, este debería ser nuestro deber, en un mundo globalmente conectado, que no descansa ni se detiene somos los encargados de frenar las noticias falsas de no caer en la trampa de algunas personas que lo único que buscan es hacer daño u obtener un beneficio personal de estas noticias que puede tener consecuencias negativas para una persona o sociedad.

Y a esta lucha se unen los periodistas quienes en un intento por frenar la difusión de noticias falsas y ayudar a la sociedad buscan proporcionar en todo momento información verificada de alta calidad y establecerse como empresas de noticias que certifiquen la confiabilidad del origen del contenido (Red Ética FNPI, 2016).


Por eso, es importante aprender a discernir la información y lograr identificar que noticias son falsas y cuáles no, para informarnos de manera correcta usando adecuadamente las redes sociales que, como nos han permitido conectarnos, también puedan informarnos sobre la realidad de lo que sucede en el mundo siempre conscientes de la importancia de la verdad y de las fuentes legítimas pues, como ya se dijo anteriormente el problema somos los lectores y si nosotros dejamos de consumir fake news estas no tendrán impacto en nuestra vida y en las decisiones que tomemos.



Bibliografía


Blázquez, M. (2018). El problema de las noticias falsas: detección y contramedidas. Recuperado el 13 de Junio de 2019, de El problema de las noticias falsas: detección y contramedidas: http://eprints.rclis.org/33171/1/fakeNews-2018-mblazquez-mexico-FINAL.pdf

Casajuana, C. (28 de Octubre de 2016). El País. Recuperado el 13 de 06 de 2019, de La erosión de la verdad: https://elpais.com/elpais/2016/10/11/opinion/1476180358_189684.html?id_externo_rsoc=FB_CC

Cervera, J. (2018). Contra la verdad, las noticias falsas no existen. Recuperado el 06 de Junio de 2019, de Contra la verdad, las noticias falsas no existen: http://www.cuadernosdeperiodistas.com/media/2018/01/Pepe_Cervera.pdf

Red Ética FNPI. (2016). Ética Segura. Recuperado el 6 de Junio de 2019, de Piden a periodistas respetar 5 principios para recuperar la credibilidad: http://eticasegura.fnpi.org/2016/06/20/piden-periodistas-respetar-5-principios-recuperar-la-credibilidad/

Solís, A. (2019). Economía Digital. Recuperado el 13 de Junio de 2019, de Los mayores dan alas a las "fake news": https://www.economiadigital.es/tecnologia-y-tendencias/los-mayores-dan-alas-a-las-fake-news_599060_102.html

 
 
 

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