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La involución: ¿El costo de la tecnología?

  • Foto del escritor: Ana Peña Serrano
    Ana Peña Serrano
  • 25 abr 2019
  • 3 Min. de lectura

En el libro Homo Vides, la sociedad teledirigida de Giovanni Sartori el autor habla y critica como los seres humanos hemos pasado de ser “Homo Sapiens” a “Home Videns” por la rápida revolución multimedia, en donde, hemos creado una vida de tele-ver y video-vivir; el autor basa esa analogía en como las vidas de las personas se han visto modificadas por la llegada de la televisión, cabe recalcar que el autor escribió este libro en 1997 pero, hasta hoy es válido utilizarlo como una forma de reflexión y análisis sobre las nuevas tecnologías que igual que la televisión siguen modificando nuestras vidas.


Si se hubiese escrito este libro en la actualidad, de seguro este se basaría en las redes sociales, espacio cibernético en donde las personas compartimos nuestras vidas abiertamente a personas que consideramos nuestros amigos, ya lo menciona Sartori al momento de escribir su libro que la televisión ha sido bancada por un nuevo aparato electrónico, el ordenador; pero, las redes sociales van más allá de este, presenta ante nuestros ojos a miles de personas, de historias y de mundos.


La televisión, afirma el autor, hace que los niños pasen horas frente a esta incluso antes de aprender a leer y escribir, lo mismo se aplica a las redes sociales, aunque no son niños quienes las utilizan, somos jóvenes y adultos los que dejamos de lado nuestras obligaciones para adentrarnos a un mundo en donde nos forzamos a terminar un video de 30 segundos antes de aburrirnos, en donde ver más de tres párrafos de palabras nos causa pereza de leer; o será que queremos dejar de utilizar la palabra escrita, esta que en su momento con la imprenta revolucionó al mundo, será que acaso su presencia en nuestra vida acabó y nos volvemos seres solo visuales como lo eran nuestros antepasados con las pinturas rupestres. Tal vez, este video-ver nos esté causando una involución.


Si bien la televisión y las redes sociales llegaron al mundo como formas de progreso, puede ser verdad o no como lo plantea el autor, dependiendo de nuestra definición de progreso, pues este puede hacer referencia a solo ir hacia adelante. Es decir, las personas creemos que, por haber aumentado nuestro número de seguidores, de amigos o likes estamos progresando, avanzando, pero en realidad no lo hacemos.


Si de verdad estaríamos progresando haríamos mejor uso de las redes sociales, cambiaríamos los cientos de selfies por mensajes de apoyo o por escritos que reflejen nuestra ideología o filosofía de vida, pero esto no sucede, pues, la involución que estamos sufriendo y que en su momento se dio por la televisión, hace que nos enfoquemos en las imágenes y no en los conceptos, atrofiando nuestra capacidad de entendimiento, por eso, no cambiamos las fotos por párrafos porque a la final la gente cree entender la felicidad con la sonrisa en tu selfie pero no tus sentimientos en cuatro párrafos de información.


Hemos cambiado tanto nuestra forma de comunicarnos que basamos nuestra vida en lo que los demás ven de nosotros, no es necesario estar en la mejor fiesta para mostrar que nos divertimos podemos alzar el volumen en una reunión y fingir felicidad en un video, podemos decorar prolijamente una mesa para mostrar en una fotografía lo saludable o lo deliciosa que es nuestra comida incluso antes de haberla probado.


Vivimos para complacer a los demás, no nos importa hacer el ridículo por unos cuantos likes, vivimos de apariencias para plasmar por medio de imágenes una vida irreal, virtual, queremos resumir nuestros pensamientos, formas de actuar y a la vez intentar relacionarnos por medio de fotografías, pero ¿Son estas suficientes?, ¿Volveremos a comunicarnos solo a través de imágenes?, ¿Crearemos nuevas formas de comunicarnos con menos palabras hasta que estas queden obsoletas?


Parece ridículo plantear estas preguntas, pero es lo que estamos haciendo, queremos enterarnos de todas las noticias a nivel mundial en un corto video sin prestar atención a las pequeñas oraciones que ponen en estos.


Si nos interesa un libro, vemos la película; si queremos estudiar algún hecho histórico vemos videos animados en Youtube, si queremos distraernos acudimos a Instagram, estamos intentando comprender el mundo a través de imágenes, pero, ¿El libro no es mejor que la película? Siempre se ha dicho que por la cantidad de detalles es mejor leer el libro para no perdernos todas las pequeñas descripciones que ayudan a entender la historia y, si la dejamos completamente de lado perderemos gran parte de nuestros conocimientos adquiridos durante la existencia humana, daríamos un paso atrás en el progreso, tergiversaríamos la historia por no conocerla, no entenderíamos los pequeños detalles y terminaríamos como consecuencia involucionando.




 
 
 

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